четверг, 5 февраля 2015 г.

“La Alianza Bolivariana” como aliado principal de los musulmanes


Los planes para la construcción de un nuevo canal entre los océanos Atlántico y Pacífico en el continente americano permanecieron pendientes durante mucho tiempo. Esto se debió al hecho de que la única vía marítima de este tipo estaba en Panamá. Este país depende de tal manera de Estados Unidos, que ni siquiera tiene su propia moneda nacional, y en su lugar, desde hace décadas circula el dólar estadounidense.
Uno de los países más adecuados para realizar ese proyecto grandioso, puesto en marcha desde el pasado mes de diciembre es Nicaragua. Por una parte, este país tiene costas en los dos océanos, y además, en su interior, se encuentra el lago más grande de Centroamérica, lo que en gran medida, facilitará la construcción del nuevo canal interoceánico. Pero lo más importante, es que el gobierno de Nicaragua no está en manos de fuerzas políticas pro-estadounidenses. En consecuencia, fue natural que el presidente de Nicaragua Daniel Ortega invitara a China, junto con Brasil, y Rusia a participar en el proyecto. Esto ha sido interpretado por Washington como una amenaza directa a sus intereses, ya que el nuevo canal marítimo puede poner fin al monopolio que actualmente posee EEUU al controlar el Canal de Panamá.

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